viernes, 28 de febrero de 2014

Dispuesta

                                                       Creo que asi me sentí al escribir lo de abajo:
Este es un dibujo por José David López Amar, creo que es colombiana la niña.


Estoy a punto de...
Entre  marañas  hechas  de  mí,  unas  líneas  sobre  mi  mano  para  un  dibujo  imborrable,  palabras  sobre  un  blanco  papel  mental,  líneas  que  vuelan  paseándose  con  música,  partes  indefinidas  chocando,  una  indeleble  hora  extraña,  eso  me  extraña;  una  injusticia  hecha  por  manos  tiritando  y  miradas  deflagrando.
Estoy a punto de...  ¿Ahora?  ¿Cómo saber el dónde?  ¿A dónde va?  Anda  a  media  noche  caminando  con  un  algo  al  lado,  abandonando  calles,  olvida  su  rastro  a  cada  paso,  ¿Cómo? Un  trotacielos  con  bóvedas  sin  descubrir,  es  astro.  Entiendo  su  vestigio,  ese  que  no  quería  descubrir.  Después  una  suspensión  entre  el  tiempo:  nos  involucramos  en  una  comisura  de  lo  todo.
Estoy a punto, a punto de... tirar la timidez, conmigo.

 

viernes, 14 de febrero de 2014

Sueltos: 'Uno splendido disastro'


Basado en fotografía de Mia Farrow; colores por Photoshop.


Cabalgata en medio de una noche desgastada, una bodega espacial. Hundidos, él no es más que un retoño, ella no es más que una bala atravesándolo. Él un trotamundos con pasos largos y en aquel día desequilibrado, piensa locamente. Irremediablemente le cuesta trabajo dejar de pensar en ella revoloteando en el tiempo, tocando con tres dedos sutiles cada fragmento de su mundo. Transfiere, sus pies engranes pisando planetas, entre esa bella nebulosa andante. Libres. Un desastre, besos contra corrientes, pensamientos rasposos, a veces nulos. Voltea a ver el iris de ella, la única puerta. Una ráfaga de nubes acecha su cabeza, tiene un casco etéreo y así lo detiene entre su ser incendiado. Está vestida, se oculta de él. A traviesa arboledas, horizontes y distancias. Van hacia una puesta de sol en medio de la noche. Una reacción sin resolver. Héroes infinitos sólo una vez, sólo un momento, atrevidos. Y a pesar de todo, él aún puede recordar su insignificante nombre.


"...El motivo es una simple tontería: no soy el hombre de tu vida..."