jueves, 15 de agosto de 2013

Leánme muchachoos

Ésto va por cuenta de mi historieta :) ella invita:

Traía a los árboles de prisa, en otoño todo se podía. Él caía como hoja seca en medio del vacío porque allí estaba, con las palmas de las manos de mar, hundido, teniendo el reflejo del cielo.

Sin pudor, impúdico, deshilaba sus mejores sonrisas, el mejor plumaje, los mejores ojos, lustrados por felicidad. ¿Para qué tanto? Él podía tomar el micrófono con ambas manos, con la barbilla en alto cantando tratando de acomodar aquello que se le desbordaba de tanto sentimiento. No sabía que podía caber tanto en un humano, porque eso era, un simple humano. Podría disfrazarse, bailar, como nadie lo haría. 
Las hojas de los árboles, cayendo álgidas en el piso, se creen semillas secas pero ellas no se miran, son sumisas, ligeras, transparentes como el otoño.


Es de un video de una canción, me hace akjfhkjdak en la cabeza jaja













Leánme mushashos, así sea sin oír, hablar ni ver :)
Intento hacer odas sordas allí en su jardín.
Leánme, así sea sin oír, hablar ni ver.
Porque escribo sin oír, hablar ni ver para mí, para el frío navegante en las noches que, acostumbrado a dormir conmigo, se musicaliza.
Ahí en el jardín de las odas:
soseguémonos,
así como la calma de la madrugada,
como los ruiseñores desprendiendo versos ya bañados en música.
Imaginando me atravieso,
a veces con la mano y el cuello llenos de recuerdos,
abriendo apetito al dibujo,
que come, avoraza todo...
sólo un lápiz, goma y papel.
Sólo un lápiz, goma y papel,
maniobrando líneas como si fueran gimnastas pequeñitas pasando por alturas,
todo un circo,
y con simple grafito,
colores por doquier.
O tal vez soy un rápidógrafo expresándome dentro de un baile de tinta...


Miren, miren de esto que viene :) a mi me gustó, no es nada, pero me gustó.
Mejor vivir en la tierra en donde se cubre, en donde la luz comience a perderse, desaparecer, cae el grato silencio, cae, con paracaídas por la oscuridad. La luz es grito, y el único que necesitábamos era el de las miradas cruzadas que atentas, van mordiendo pensares navegando por olas de mocedad. 
Es mejor y más preciso preguntarle a quien vaya pasando, a los árboles, a la lluvia de pájaros, a nuestros cuerpos: ¿Cómo llegamos? ¿Dónde estamos? ¿Cómo fuimos? ¿Nos quedaremos? 
Porque aquel día él era todo y ella era todo. Hurto de dulzura, saqueo de tierra.
Astros que engrescan, vuelan sobre la vida flotando, son dientes de león al viento, pero es imposible, una ciudad imposible, pero ellos se deshacen, se deshacen en ese lugar tan imposible. ¿Puedes cantar? Estamos por irnos de aquí...